Realmente una de las soluciones que tomaron para la crisis carcelaria, fue cambiar algunas leyes, que tal ves puedan ayudar un poco, pero realmente tienen que buscar soluciones que vayan directamente al problema, eso quiere decir logren despoblar las cárceles antes de tomar las siguientes medidas.

El Estado tiene que comprender que esto es un problema, en el cual deben asumir al asunto penitenciario como una política de Estado. Quizá se diga que estas personas presas han causado grave daño a la sociedad, pero la verdad es que tras todas las personas que están presas, existen familias.
Como dicen los datos de la Flacso. La sociedad misma debe comprender que en las cárceles está el fruto de su propia indiferencia, porque podemos sacar a un profesional de alta calidad, pero hay que preguntar ¿quién le va a dar trabajo a un ex convicto? Entonces volvemos al círculo vicioso, porque al no darles oportunidad de inserción, no les queda otra alternativa que retornar a las mismas malas prácticas que propiciaron su primer ingreso a la cárcel y por eso esos niveles terribles de reincidencia que tenemos.
Lamentablemente es la realidad no solo de los presos de país. Realmente esas podrían ser la causas de que la delincuencia en vez de disminuir suba más, ya que alguna veces no sirve de nada pagar un precio por las acciones mal cometidas, porque lamentablemente todo se queda grabado.